Diferencias entre inyección directa e indirecta

El motor funciona gracias al combustible que se quema en su interior para producir el movimiento. Durante muchos años esto se lograba gracias al carburador, aunque esta pieza ya está en extinción (si quieres conocer otras piezas en peligro de extinción, checa nuestra nota al respecto: LINK NOTA PIEZAS EN EXTINCIÓN), por lo que ahora se utilizan los sistemas de inyección.

Dentro de estos sistemas el menos popular hoy en día es el sistema de inyección indirecta. Su principal característica es que el suministro de combustible se realiza desde afuera de la cámara de combustión. Lo podemos encontrar en el colector de admisión, de esta forma, el combustible se mezcla con el aire en movimiento y llega al interior del cilindro.

Este sistema no es tan utilizado ya que al usarlo se pierde más calor en la cámara de combustión, por lo que su arranque en frío es más complicado y el suministro del combustible no es tan exacto. Aunque no todo es malo, ya que este sistema es más barato de producir y los inyectores, al estar alejados de las combustiones, se ensucian menos por lo que no se obstruyen tan fácilmente.

La inyección directa, al contrario de la indirecta, se utiliza actualmente en todos los vehículos diésel, y en la mayoría de los que utilizan gasolina. Como su nombre lo indica, se inyecta el combustible directamente en el cilindro desde la cámara de combustión.

Las desventajas de este tipo de inyección son la alta cantidad de emisiones NOx que producen y que la fabricación del motor es más cara, aunque esto último vale la pena, ya que al utilizar este sistema el consumo de combustible es menor, se tienen menos pérdidas de calor y su arranque en frío es mucho más estable.

Además de estos, existen algunas marcas que utilizan un sistema de inyección dual, que combina lo mejor de ambos mundos. Y tú ¿cuál sistema de inyección prefieres?